mardi, juillet 2

La sometida

Me encontraba con las manos y pies atados, arriba de una cama. Tampoco podía ver, ya que una venda ocultaba mis ojos. Mis sentidos se agudizaron por completo, llegando a escuchar hasta el más mínimo ruido que se producía adentro de la habitación. 

Me desperté hace cinco minutos, estaba mareada y no entendía muy bien cómo llegué hasta ahí. Lo último que recuerdo fue haber tomado una copa de vino en la casa de Kevin y haberme desvanecido luego. Mi cabeza daba vueltas y trataba de concentrarme, para haber si escuchaba algo que me indicara dónde estoy y con quién o quiénes. 
Escucho una puerta abrirse, seguido del suave ruido de algún líquido dando vueltas dentro de una copa, de seguro era vino, me juego lo que sea. 

-No debiste haber tomado esa copa de vino. 

La voz de Kevin, la reconozco demasiado rápido y me asusto. Intento gritar pero el mareo constante no me deja. A la vez, toda la situación me excita, me excita qué me pueda llegar a hacer y cómo. No quiero ser la vulnerable y por eso intento disimular cualquier tipo de indicio de que la situación me está empezando a gustar. 
Escucho un pequeño golpe seco en alguna mesa de madera, no muy lejos de mí, y supongo que es él dejando la copa, para luego dar pasos cada vez más cerca de mí y se sienta a mi lado. Y yo, lo siento. Siento su respiración, sus movimientos y su corazón latir a toda máquina, aunque este último se confunde también con el mío que late mucho más fuerte de lo normal. 

No quiero que me siga drogando, quiero sentirlo todo, quiero estar consciente, y se lo digo, aunque saliendo de mi boca suena una idea perversa y sucia. 
Escucho una risita seguido de un susurro a mi oído que me hace poner la piel de gallina: 

"No te preocupes, lo vas a sentir todo" 

Me encaja un beso en la boca, su lengua recorría la mía y yo le seguía el juego, un juego que me empezaba a gustar mucho. Bajó hacia mi cuello, lamiéndolo y luego subiendo hasta mi oreja, mordiéndola. Y cuando yo estoy dispuesta a hacerle lo mismo, noto que él se movió de lugar. Intento, desesperada, buscarlo. Definitivamente yo no tenía el control de la situación y eso me excitaba aún más. Con los hombros trato de sacarme la venda de los ojos, para poder verlo, pero estoy indefensa y me cuesta mucho hacerlo. Hasta que lo consigo. 

-¡Bravo! Tu inteligencia a veces me sorprende. 

Me dice él, mirándome con su copa de vino en la mano, apoyado en la pared. 
Estaba en una habitación común, con una cama, un escritorio, un sofá, un armario y una alfombra. 
Toma un trago de vino y me dice algo que sonó a "Está buenísimo, pero ¿sabés cómo sería mucho más rico?". No me dejó responder, se vino rápido hasta mi lugar y me arrancó la camisa que tenía puesta de una y ya que no llevaba corpiño, mis senos quedaron al aire y él volcó un poco de vino en ellos y mi vientre, para lamerlos acto seguido. Jamás me imaginé a él como un salvaje en la cama, pero todo lo que estaba haciendo me encantaba y me hacía mojar cada vez más. 

"¿Te gusta Camila?" 

Quería provocarlo, quería ver su reacción y yo sólo podía hablar: "Pensé que dabas para más" 
"Tranquila, ¿Estás segura? Esto es sólo un aperitivo. Te ves tan indefensa... Y sería una pena que te pase algo" 
"Todavía tengo mis dientes" 
"Mirá que agresiva resultaste, ¿eh?, si fuera vos, me callaría si no quieres que te vende otra vez los ojos y de paso te ponga algo en la boca también" 
"No, quiero verte" Le respondo. 
"Bueno... ¿Qué debo hacer contigo entonces?" 

Lo miro, y dejo que su imaginación empiece a funcionar. Agarra mis tetas con sus manos y empieza a masajearlas, mientras muerde mi pezón derecho y me hace gemir del placer que me daba toda esta situación. Vuelve a mi cuello y cuando llega a mi oreja, me susurra que estuvo esperando mucho tiempo para que yo esté cerca de él. Entonces no hables, le digo. Amenaza con ponerme algo en la boca y yo decido no hablar más. 

"¿Quieres que te desate?" Digo que sí con la cabeza. 

"Bueno, pero con una condición: Quiero ver de qué estás hecha, quiero que saques toda tu perversión de adentro de tí o juro que te vuelvo a atar y te duermo por completo" Desafió. Me encanta que me desafíen, le digo que me pruebe y acto seguido me desata. No le doy tiempo a acomodarse, que lo empujo hacia la pared, y aprovecho que mis manos están frías para recorrer su espalda con ellas. Lo hago estremecerse, no sé si de frío o qué, pero logro mi cometido. Arranco su camisa, dejándola en alguna parte de la habitación y empiezo a lamer su cuello y sus pectorales. 

Agarra mi brazo y me da vuelta, siento mis pechos hacer contacto con la pared fría y me estremezco un poco. Empieza a recorrer mi espalda con su lengua y se arrodilla, llegando hasta mi jean y lamiéndolo por encima. Estoy muy mojada y se nota, quiero más. 
Lo busco con mi boca y cuando lo encuentro, lo llevo hasta el sillón, lo siento y me corro un poquito hacia adelante, dándole la espalda. Lo miro y de a poco me desabrocho el jean, amagando sacármelo y haciendo que él se impaciente por verme entera. Veo su cara de "¿Qué estás esperando?" y me lo saco, quedando sólo en ropa interior. Hago lo mismo con él, desabrocho su jean y se lo saco, quedándo él sólo en bóxer. Mi mano recorre su cuerpo, cayendo en su miembro duro y lo acaricio, hasta que veo que él también quiere más y lo desnudo completamente. Me lamo la mano y lo toco, lo toco como si no hubiera mañana y quiero que sepa que me gusta tocarlo. Lo toco de arriba a abajo, fuerte y constante, dejando que él lance gemidos de excitación. Le muerdo la oreja y ahora es mi turno: ¿Te gusta?, le pregunto. 

"Métetela en la boca". Lo hizo sonar tan sucio, me hizo sentir puta y todos sabemos que en la cama, todas lo somos con quién queremos. Me agarra la cabeza y la empuja para abajo, meto su pene en mi boca y él no siente mis dientes, sólo mi lengua e incluso casi mi garganta, porque me lo meto todo y me encanta. 

Ahora todo se volvió más salvaje, también entré yo en juego y no quiero parar. Quiero que me dé más duro todavía. 
Me lleva a su mesa y me acuesta ahí. Me saca la ropa interior que me queda, dejándome completamente desnuda, ahora sí. Lame mis senos, ahora con más fuerza, los succiona y también me muerde. Yo gimo de placer y ya no aguanto más, quiero tenerlo adentro mío y ser suya. Sus manos me recorren el viente y sus dedos tocan mi clítoris, haciendome separar mis piernas, en busca de más. Baja con sus dedos y me mete dos en la vagina. Y yo grito, porque sé que a él le encanta. Luego baja él, con su boca, y me lame. Me lame como si no me conociera y como si quisiera que esto no termine. Me lame con pasión y firmeza, sabe lo que me gusta y lo que quiero. Yo gimo a más no poder, estoy a punto de acabar pero me contengo. Quiero que me coja, quiero que haga lo que quiera conmigo. Cuando saca sus dedos de mí, se los lame y ese juego sucio me encanta. Vuelve a lamerme la vagina, esta vez metiendo su lengua muy adentro, tragándose todo lo que mojo y sube su cabeza y me da un beso en la boca. Sin avisar, me penetra fuertemente, hasta el fondo, haciendo que gima porque amo coger y amo que sea él quien me coja. 

Me agarra de las manos y me las sostiene fuerte contra el escritorio, con la otra mano me tira del pelo, haciendo que mi cabeza quede mirando hacia arriba. Estoy siendo sodomizada y sé que a él no le importa, porque a mí tampoco. Me coje cada vez más salvaje y más duro y quiero acabar, porque sé que llegar al clímax con él es lo mejor que hay y me gustaría que sea así por siempre. Le susurro que quiero más, y cuando me suelta las manos, le rasguño toda la espalda, dejándole marcas mías, como marcando territorio. Ahora es él el que gime y sé que también quiere acabar. Me pregunta a dónde quiero que acabe esta vez y le digo que en mi boca, que me lo tomo todo. Saca su pene de mí y se la chupo, hasta que logra acabar adentro de mi boca, mientras yo me toco, para poder acabar a la par de él. 

Cuando todo esto termina, no puedo hacer más que sonreír. Nos tiramos en la cama, abrazándonos. Él en realidad es tierno, pero yo le pedí que algún día me sorprenda y se ponga en el papel de alguien que no es. Me besa y me abraza, dejándome exhausta por todo lo sucedido, sabiendo que esto va a pasar ahora más seguido, porque una vez que empiezas, es difícil dejar de cumplir tus fantasías. 



3 commentaires:

  1. No esperaba al para nada que algún día me encontrase algo así por tu blog.
    Supongo que, la confianza es así, ¿no? Has pronunciado muy bien todo, excepto... ciertas cosas, que no las llego a compartir del todo. Pero cada una es un mundo.

    Es genial.

    RépondreSupprimer
  2. Wow.. eso fue intenso jaja! Muy bueno, tenes buena imaginación..

    Me gusto mucho.. suerte!

    RépondreSupprimer
  3. Totalmente excitante.

    RépondreSupprimer