mardi, septembre 25

Transformación Vespertina

Algunos me llaman loco, en este siglo estarlo se condena con la horca.
Estar en el calabozo, encadenado, no hacía más que alimentar mi mente con ideas para después soñarlas y volver a la aburrida y monótona realidad.
Muchos creen que lo que yo cuento es una total farsa y es por eso que me gané una estadía momentánea en el castillo de algún miembro de la realeza de mi país.
Aquella guerra interna entre mi ser interno y yo, generó que a principios de la primavera pasada, todo se vuelva oscuro y tentador. Por las noches el sonido cegador del viento y con ella el sonido de los árboles revolotear hicieron que mi inconsciente creara un disturbio de mi equilibrio mental.
Cuando mis ojos se cerraban, todo lo real, todo lo conocido y todo lo que me faltaba por conocer se fundía en un delirio constante y no pudo nada más que aplacar sino el fin de mi existencia.
Cuando despertaba, el alma me volvía al cuerpo, y cuando lo hacía, también volvían todos mis anhelos.
Aquella noche… Aquella noche, desperté por un extraño sonido que provenía del espejo. Fui al encuentro con mi reflejo y allí mismo vi, con mis propios ojos, cómo mi otro yo, se deformaba en cuerpo y alma para poder salir a mi alcance. Estaba bañado de sangre y y su mirada reflejaba asombro al mirarme. Salió del espejo y empezó a balbucear algo totalmente inentendible, y pronto su mirada se tornó llena de ira.
Al parecer mi propio reflejo se llenaba de sangre cada vez que tenía la ocasión, y al parecer, también quería mi sangre. Llevaba una enorme daga y no parecía su intención guardársela en el bolsillo, así que cuando pronto me di cuenta, intenté abrir mi mente y pensar cómo escapar de mi otro peligroso yo.
Interrumpió mis pensamientos al intentar clavarme su arma en mis entrañas, pero una maniobra de mi parte desvió su mano. Intenté sacarle la daga, pero en un intento fallido, una vez más pudo abalanzarla y logró cortarme el abdomen. El dolor no fue nada con lo que se vino después cuando, aprovechando mi momento de debilidad, me tiró para atrás y me cortó el cuello como si su tarea final fuese esa.
Pronto vi cómo su cuerpo se llenaba de mi sangre y mi cuerpo y él se fundieron formando sólo un ente, con una ligera apariencia mía y con una porción de conciencia, para que la tortura sea eterna. Quedé atrapado en el cuerpo de mi doble, viendo desvanecerme tan pronto dejé mi cuerpo y asustado intenté escapar sin poder lograrlo.
“De acá nunca te podrás ir, ahora somos un solo cuerpo” Susurró para sí mismo, ya que yo lo escuchaba igual.
De vez en cuando mis pensamientos salían de su boca, y llegaban a bocas de otros ciudadanos, aunque ninguno, absolutamente ninguno, corrió a socorrerme de alguna forma, ninguno creía en mi fatalidad, todos pensaron en que me había vuelto loco pero yo creía firmemente en mi verdad.
Hoy el ente que está en la cárcel, es un producto de mi cuerpo, mi esencia y mí último recuerdo, con mi propio reflejo malvado que pronto logrará salir y así podrá seguir consumiendo alguna otra alma errante que caiga en su transformación vespertina.









3 commentaires:

  1. thanx <3
    great post! would you like to follow each other in gfc? let me know!
    love, Poppy :)

    RépondreSupprimer
  2. Tu texto me ha hecho recordar a una persona que se ve obligada a volverse fría con el resto, para así salvarse de sí mismo y no correr más riesgos de dañarse.
    Me ha encantado, he podido imaginar cada escena con claridad, en serio. Increíble.

    Un saludito y muchísimas gracias por haberte pasado.

    RépondreSupprimer