vendredi, septembre 13

Máscara

¿Cómo no sentirse abatida por la indiferencia de toda esta gente para con el mundo? 

Nací con el defecto de no tener una venda en los ojos, viendo cómo es la realidad aunque viviéndola en una burbuja, porque lo que me pasa a mí, nada se compara con lo que pasa allá afuera. En los barrios, donde muchos mueren por una bala perdida. En las villas, donde muchos mueren por las guerras de los narcotraficantes. En los países donde la guerra sigue en pie, donde mueren miles de personas, niños, mujeres, soldados. En los mataderos, donde los inocentes mueren por la codicia del ser humano. En los criaderos, donde los inocentes viven su vida encerrados, sin ver la luz. En los laboratorios, donde los animales sólo son un juego más de la burguesía. 


Qué triste haber nacido en un mundo donde el dinero lo maneja todo y más triste aún, es saber toda la mierda que pasa y que ya no me alcacen las ideas para poder hacer algún bien al universo. Muchas ideas se me ocurren, pero no sé cómo afrontar la realidad y enfrentarme a ellos. No sé cómo hacer que esa célula revolucionaria que habita en mi corazón, estalle de una vez. Quisiera dejar todo lo que tengo, pero es una adicción. El capitalismo es una adicción. Y me doy cuenta de eso. Soy una más, una consentida, una concheta, una caprichosa de la sociedad. Pero tengo los ojos abiertos. Quiero salir adelante, pelear, luchar y que cuando muera, me recuerden por haber cambiado como mínimo, una vida. 


Muchos me han dicho que yo les salvé la vida, que los ayudé a superar su momento. Pero hay más y no me puedo contentar con solamente unos pocos. No sé qué hacer, y con la mente en blanco sólo logro quedarme sentada en mi pieza, sin ganas de hacer nada pero a la vez, ganas de hacer muchas cosas. Y no me muevo, no puedo. Me alejo cada vez más de la gente que poco se parece a mí, sólo por el simple hecho de que piensan igual que la sociedad promedio. Y eso me aburre, no tengo quién me acompañe en mi lucha. Y cuando encuentro esa compañía no sé cómo reaccionar. No me puedo fusionar con nadie, porque soy egoísta y quiero lograr algo que sé que es imposible, sin ayuda (pero ahora mismo la estoy pidiendo). 


Nací en un lugar donde mis viejos la lucharon para salir adelante, donde me educaron con valores y pensamientos que hoy en día los tengo a flor de piel: Soy una joven, con 19 años recién cumplidos y obviamente me quiero comer el mundo. Pero no tengo la valentía para dejar el capullo en el que vivo y enfrentarme verdaderamente a lo que da miedo, no puedo dejar de vivir tan cómoda, para poder hacer alguna diferencia en algún lugar donde la prensa no llega, donde el mundo se olvida que existe gente. 
Nací mirando todo, soy una observadora y eso a veces me lleva la contra. Mirar tanto, atrofia la mente, porque hace que piense demasiado y ni siquiera puedo dormir bien porque incluso sueño estando dormida. Mi mente no descansa. 

Máscara. 

Necesito ayuda y no sé cómo pedirla. 

Soy una soñadora, de día y de noche, pero no sé cómo hacer mis sueños realidad. 

3 commentaires:

  1. (1) Comprendí en algún momento de mi vida que, era distinto al resto de los humanos (hablo de masas, tendencias), pero entre tantos conceptos, comprendo una definición cortita del hombre social: “contradicción”, entonces, soy distinto y soy parecido a todo este complejo de humanidad que consta de unos siete mil millones de habitantes en el planeta, ¡vaya que somos muchos! eso asusta, y deja de asustar si los ves desde lejos, así como estando en la Luna, contemplando al planeta Tierra con su mar de gente, el planeta es bondadoso y así a la distancia los humanos parecemos uno solo, se piensa ya no en la individualidad sino en la humanidad como un todo.

    Es, en definitiva, doloroso tratar de poner a toda nuestra especie en nuestros hombros, cuando eso sucede, te puedes desplomar por no saber el método adecuado para soportar carga tan tremenda, eso es incluso lo que va entendiendo nuestro amado planeta, de cualquier forma todo el globo terráqueo es un organismo vivo que se adapta a los cambios, no teme cambiar y no rechaza las emociones, es frágil pero fuerzas extrañas la mantienen estable y como es nuestra madre pues, así siendo hijitos de la Tierra, somos frágiles igualmente y necesitamos fuerzas extrañas y desconocidas que nos permitan seguir caminando en este lugar sinsentido para darle sentido, al pensar, al experimentar, al sentir, con una seriedad brutal, digna de un infante jugando a la pelota, este asunto existencial que nos quita el sueño es tremendamente difícil, ¿por qué?... ¿por qué?... (por siempre el “¿por qué?”, mera mayéutica) porque somos observadores y aun observando no sabemos lo que vemos, llega entonces la más cortita de las respuestas aceptables “no sé”, identificar que no sabes es saber por dónde vas, no todo requiere respuesta ni definición, entonces al existir debemos disfrutar esto que no comprendemos, no es fácil, pero existe un momento en que eso es necesario para no perder el rumbo y mantenernos estables, así es… un rumbo sin rumbo y sin tiempos verbales.

    RépondreSupprimer
  2. (2) Es allí donde las almas empiezan a identificarse, es como nos empezamos a encontrar, así como he llegado a este sitio. Algo saludable es pensar que no estamos solos en nuestra individualidad, estamos llenos de muchas máscaras que nombramos “otros yo”, es como tener a siete mil millones de personas dentro de uno, pura dualidad, así como se antoja sentarse para degustar un exquisito platillo gourmet de un gran restaurante, así también está aquella otra parte que anhela únicamente comer un puñado de tierra, y de manera social están todos esos personajes internos que nos van definiendo, todo eso que nos hace sentir orgullo de nuestro “YO”, habremos de tener una charla profunda con cada una de nuestras máscaras, porque lamentablemente en algún momento nuestra humanidad perdió el sentido satisfactorio de hablar con la verdad.

    No es una gran ciencia, elemental es ser “sensatos” y desarrollar nuestra “voluntad”, así al observar podremos desenmascarar a todos y a todo, cambiar los ojos por unos nuevos. No sé exactamente qué tipo de ayuda necesitas (a veces yo mismo sé que necesito ayuda y reconozco que no sé para qué o cómo, es a veces simplemente ser escuchado y entendido, como para saber si sigo vivo, algo así), sea lo que necesites, yo te digo que “todo va a estar bien, te identifico fuerte, eres una buena persona por eso a veces duele la existencia”, y bueno, a veces hay que entender y observar que llueve en la ciudad, pues ocurren varias tendencias humanas, dos de ellas son: quejarse de que llueve o alegrarse de ello, jugar cual niño en los charcos y maravillarnos de que cae agua del cielo, así, tal vez sin mojarnos pero sin quejarnos, disfrutando ese aroma perfumado de la tierra mojada. Entonces se comprende que la lluvia no la podemos controlar, me refiero a que no tenemos un interruptor con el cual elegir un día despejado o nublado con precipitaciones, no podemos cambiar muchas de las cosas que nos suceden en la vida, pero siempre podremos cambiar la forma en que observamos, así en lugar de padecer un día “terrible” de lluvia, se tendrá un día sumamente “disfrutable” de lluvia, hasta se antoja un buen café, con tal vez un buen libro, o una agradable conversación, o con una hoja en blanco y grafito para empezar a escribir. A veces he detestado a los humanos, ahora mi tendencia es tratar de amarlos a pesar de nuestras tendencias altamente destructivas.

    RépondreSupprimer
  3. (3) Toma entonces la máscara que más te apetezca y sal al mundo a disfrutar la vida, así en algún momento, tal vez tengas la gran fortuna de no volver a usar disfraz alguno, te fusionaras con todo lo que eres, una máscara multicolor con todo y un aumento visual, para seguir observando lo esencial de las cosas.

    ¡Ah! y no pretendo hacerte pensar y pensar con todo esto que he escrito para ti, más bien quiero generar tranquilidad, así como cuando alguien te da un abrazo que transmite alivio, somos personas muy fuertes, pero no viene mal apoyarse en otros para seguir. Trata de descansar sin pensar demasiado, sé que descubrirás tu método, espero que hoy sea ese día y obtengas una gran calidad de descanso y sueño.

    Que no te intriguen mis letras, no pienses siquiera en quién soy y esas cosas (digamos que soy tú y tú eres otro yo), será, me supongo, parte del ejercicio de bajar las revoluciones que tienes respecto a tu pensar constante, bueno, eso si es un algo que quieres (uno aprende a pensar y luego a no pensar, e identifica que existe un punto medio, para ir equilibrando todo en nuestra vida), porque a veces pensar y pensar me resulta tan atractivo aunque entre en estados de coma, es definitivo que con las tendencias que portamos (pensando, aprendiendo, sintiendo, observando, escuchando, asimilando, filosofando, etcétera), lo más notable es que hay un algo que impide abandonar el acto, es más que un vicio, es un camino. Al vivir sin simplemente sobrevivir, al andar con ojos distintos, al aprender, uno se da cuenta que “no se puede detener”, pero como en toda actividad (por muy ligera que ésta sea), debemos encontrar un receso, descansar y poner las máscaras en aquel cajón que no tiene candado. Genial fin de semana, disfruta la vida, un abrazo.

    Con todo este asunto, me acordé de una canción:
    http://www.youtube.com/watch?v=wDBIg2vBDVk

    RépondreSupprimer