En mi lugar

Si solo pudierámos dormir esta noche…
En el medio de una partida de Strip Póker, ella perdiendo y los dos con un par de copas de más, se cuestionaron cuántas partidas más podrían quedarle a los dos. Quizá esa fuera la última vez que cruzarían sus miradas, o tal vez, sería la primera vez de una eternidad. ¿Quién sabe qué nos depara la vida? Ellos tenían sueños y cualidades para compartir y jamás JAMÁS, se habían sentido tan a gusto con otra persona. Tal vez su vida se tratara de eso, de no sentirse a gusto con nadie y simplemente cambiar. Por ahí su vida pasaba por un camino al cual ninguno de los dos pertenecía. Pero ellos no querían pensar en otra cosa que en el aquí y ahora. En el presente, en la libertad que cada uno tenía para elegir. Para elgir y equivocarse {y volver a intentar}.
Namied provocó una sonrisa en el rostro de Luz Y ella, semi desnuda, no hizo más que mirarlo. Pronto, Namied no pudo contener sus manos para acariciar el mentón de la chica que tenía sentada en frente, con dos cartas en sus manos. Cuando una caricia, sea cual sea, nos mueve el piso… Estamos dispuestos a hacer lo que sea cuando eso pasa… Es extraño y confuso, aunque también era algo predecible. Sus labios estaban  dos centímetros de rozarse, cuando cruzaron una fugaz mirada, que no decía más que el deseo de estar juntos, sea por el tiempo que sea, una vez más. Lo predecible pasó a ser concreto y en un beso excitante terminaron con cualquier pensamiento.
Simplemente se guiaron por la respiración del otro. El sexo desenfrenado y salvaje, decía que la única diferencia entre ellos, eran los secretos sin importancia que cada uno guardaba para sí.
Y más allá de todas aquellas cartas que estaban echadas sobre la mesa, Ella sentía que, aunque desnuda por completo, había ganado la partida. Por un momento, había encontrado un lugar dónde no era necesario ser persona, que con un pensamiento e instinto animal bastaba para apagar un rato su alborotado cerebro… Ella había encontrado su lugar en el mundo por un instante…