Su felicidad se medía por las canciones que ella le cantaba. Aquella relación tan dulcemente encantadora, tenía sus peligros... Mentes privilegiadas que tienen sus rollos.
Corazones confundidos.
Amor clandestino.
¿Los de la foto saben dónde van? ¿O simplemente no les importa?
El problema es basar nuestra felicidad en lo que otra persona haga, diga o piense.
Es vivir el momento, disfrutarlo hasta que pase lo que tenga que pasar. Pero el sentir es lo mejor de todo
La felicidad hay que medirla, por cada sonrisa.Saludos y feliz domingo.
¿Los de la foto saben dónde van? ¿O simplemente no les importa?
RépondreSupprimerEl problema es basar nuestra felicidad en lo que otra persona haga, diga o piense.
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